21 May Google crea una IA que juega videojuegos como un humano
La división DeepMind de Google, que se encarga del desarrollo de proyectos de inteligencia artificial, está trabajando en un proyecto que puede cambiar la manera en la que los jugadores interactúan con varios videojuegos en la actualidad.
Se trata un sistema llamado SIMA (Scalable Instructable Multiworld Agent), que consiste en una IA que no solo es capaz de acceder a videojuegos, sino que también puede aprender de los jugadores, adaptarse a diferentes entornos y seguir instrucciones en lenguaje natural, permitiendo que los usuarios tengan un compañero de juego.
La IA de Google para jugar con cualquier persona
Para Google, los videojuegos son un campo de prueba ideal para implementar desarrollos en inteligencia artificial y por eso la creación de este compañero de juego es una oportunidad de mostrar diferentes avances en este sector.
Una de las características más importantes de SIMA es su capacidad para generalizar su aprendizaje entre diferentes juegos. A través de un proceso de entrenamiento que incluye nueve videojuegos diferentes, desde No Man’s Sky hasta Teardown, el sistema ha demostrado una gran habilidad para adaptarse a una variedad de entornos virtuales y realizar tareas que van desde cumplir objetivos de navegación hasta la construcción de objetos.
Lo que distingue a este modelo de otras IA es su enfoque en el aprendizaje por imitación en lugar de la manipulación directa del código o el aprendizaje basado en objetivos.
Esta IA aprende observando a los humanos jugar, identificando patrones en los movimientos y asociándolos con acciones específicas. Esto le permite comprender el juego de manera más humana y seguir instrucciones en lenguaje natural sin necesidad de acceso al código fuente del juego ni a APIs personalizadas.
El desarrollo de SIMA marca un hito importante en la búsqueda de una IA más dinámica y receptiva en los videojuegos. Más allá de la idea de que la IA es un oponente al que derrotar o un aliado para pasar misiones, este sistema ofrece la posibilidad de ser un compañero cooperativo que comprende y responde genuinamente a las instrucciones de los jugadores, de los que ha aprendido.
Esto podría permitir que en un futuro cuando el usuario quiera jugar con una IA, esta se parezca menos a interactuar con un programa con ideas esquemáticas y más a estar junto a un amigo que va aprendiendo de nosotros, adaptándose a nuestra forma de jugar.
Sin embargo, el potencial de SIMA va más allá del mundo de los videojuegos. Google DeepMind aspira a que futuros agentes como este aborden tareas que requieran planificación estratégica y múltiples subtareas, lo que podría tener un impacto significativo en áreas como la planificación logística, la atención médica y la educación.
Aunque esta investigación está en una etapa inicial, el desarrollo de este modelo representa un paso hacia un futuro donde la inteligencia artificial no solo mejore la experiencia de juego, sino que se convierta en un aliado que acerque a los sistemas y dispositivos a los humanos, generando una relación más natural.
SIMA no es el primer proyecto que Google desarrolla en torno a los videojuegos pensando en la inteligencia artificial. Hace poco conocimos el desarrollo de Genie, una herramienta con la que se pueden crear experiencias a partir de imágenes, bocetos o fotografías que se tengan previamente.
Este modelo de inteligencia artificial aún está en etapas iniciales, ya que todavía no puede elaborar juegos de diferentes géneros, sino que solamente está enfocado en crear títulos tipo plataformas 2D.
Este sistema funciona como un “modelo de mundo base”, esto le permite comprender y generar una amplia variedad de entornos jugables a partir de imágenes, fotografías e incluso bocetos. Además, tiene la capacidad para interpretar y reaccionar a elementos clásicos de los videojuegos, como movimientos de avatar, saltos de plataformas y obstáculos.
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