09 Jun KONAMI EN LOS 80. CONTRA
Los años ochenta nos contaron muchos acontecimientos importantes e históricos. La desgraciada muerte de John Lennon, el primer disco de Madonna, la primera mujer paseaba por el espacio por fin, un pequeño y rechoncho jugador mete un gol con la mano a los ingleses y luego hace uno de los goles más bellos y recordados de todos los tiempos, Freddy Mercury sorprendía cada vez más en sus conciertos…
Todos estos y muchos más acontecimientos nos contaban qué pasó en los ochenta, pero en “nuestro mundo” no pocos fueron los acontecimientos importantes que vieron nuestros ojos, por eso hoy hablaremos de uno de ellos: Contra, el juego de Konami que en 1987 visitó los arcades de una manera bastante peculiar.
Y es que este gran juego no se conformó con ser el predecesor de grandes juegos como fueron la serie Metal Slug, o un sinfín de juegos que bebieron de este, sino que Konami, más bien la Konami de antes, le inyectó unas cuentas dosis de personalidad para que calase en los jugadores que se acercasen a el mueble, y posteriormente a los mandos de las consolas que visitó.
Y es que de esta manera tan sencilla podríamos resumir el tipo de elementos que estaban presentes en el arcade lanzado un 20 de febrero de 1987, puesto que recogía detalles de todas estas películas y las puso en pantalla para deleite de todos nosotros y dejarnos llevar por su “irresistible fuerza”.
Pues que el juego usaba una orientación vertical, algo peculiar en un juego que tenía un scroll lateral en muchas ocasiones de izquierda a derecha, pero que dio lugar -debido a esta orientación- a multitud de momentos en los que el scroll y los movimientos no se limitaban a avanzar hacia la derecha exclusivamente.
La versión de recreativa hacía gala de una dificultad altísima (algo característico en toda la saga) puesto que a la propia dificultad del juego, se le añadía el poco margen de respuesta que te dejaba el scroll al no poder reaccionar a tiempo ante los disparos y enemigos que se te venía, literalmente encima.
La historia narra como un grupo terrorista (que cambia de zona y nombre dependiendo en dónde se lanzaba el juego) quiere apoderarse de la tierra usando como aliada una invasión extraterrestre. Con esta pequeña excusa nos ponemos manos a la obra con uno de los dos personajes, Lance o Bill, a los que inicialmente se les regala munición infinita para nuestro rifle.
Pero mientras avanzamos iremos recogiendo mejores y más destructivas armas, que si logramos mantener mientras estamos con vida, nos serán de extrema utilidad y ayuda para limpiar de enemigos los parajes por los que iremos atravesando, sin olvidar que tanto barricadas y murallas de metal gigantes, como alienígenas de parecidos razonables con otros alienígenas nos estarán esperando a cada esquina.
Como decíamos, esta versión arcade se benefició de la resolución que estaba destinada más bien a juegos con scroll vertical. Puesto que no solo se avanzaba de derecha a izquierda, sino que también muchas pantallas nos harían disparar con la cámara a las espaldas de nuestro jugador, haciendo el juego sobre todo variado, a las ya por sí variadas situaciones y parajes que visitaríamos.
El juego fue lanzado además en NES, MSX2, ZX Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, MS-DOS, PlayStation 2, Xbox 360 (XBLA), Nintendo DS, Consola Virtual y PlayStation Network. Pero no todas las conversiones fueron totalmente fieles a la recreativa, puesto que en aquellos años, las diferencias de hardware eran bastante acusadas, y muchas de estas versiones fueron adaptadas de las mejores maneras posibles, con resultados -en general- realmente buenos:
La mejor versión fue la de NES, a pesar de que la versión de MSX 2 estaba programada por la propia Konami también la 8 bits de Nintendo fue recompensada añadiendo más escenarios, aparte de funcionar también el “Konami code” en esta.
Pero Contra fue más que el inicio de una gran saga. A pesar del baile de nombres para cada región (Contra, Probotector y Gryzor), los juegos compartían las misma esencia, que si bien no era nueva, puesto que antes de Contra no pocos eran los “gun and run” inventados, si fue ese pequeño empujón para el género que hizo que en 1987 naciese una de las sagas más queridas por muchos puristas -por su dificultad- y odiada -por lo mismo- por no pocos más.
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